Los efectos de la inflación en el sector seguros

El sector asegurador no escapa de los efectos de la inflación, pero el uso de la tecnología puede mitigar los riesgos y aportar una ventaja competitiva.

La inflación no cederá a corto plazo

En 2022 se han conjugado una serie de factores que han provocado un aumento de la inflación. En España se han alcanzado los registros más altos en la escalada de precios desde 1985 y los economistas coinciden en que no se producirá un descenso en lo que resta de año. Ante esa perspectiva, es fundamental prepararse para mitigar los efectos de la inflación en el sector asegurador y aprovechar las oportunidades que pueda entrañar.

La solidez económica del sector asegurador frena los vaivenes del mercado

El sector asegurador no es inmune a la incertidumbre global, la desaceleración económica y la inflación que están afectando a todos los sectores de la economía y al consumo. Por esa razón, la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones empezó a monitorear los efectos de la inflación sobre las inversiones, negocios y márgenes en las compañías aseguradoras a través de una serie de reportes y reuniones.

Una inflación que encadena dos años de escalada y ha marcado máximos de 10,2 % en junio podría representar amenaza para los márgenes de las aseguradoras y corredurías, que ya eran estrechos de por sí. El mal comportamiento de los mercados es otro factor que juega en contra porque afecta los resultados financieros con los que muchas veces el sector asegurador compensa las políticas más agresivas en precios al consumidor.

En la actualidad, el seguro cuenta con más de 332 900 millones de euros invertidos, de los cuales un 72,5 % en deuda pública y corporativa, la cual se encuentra particularmente sometida a los vaivenes del mercado, según datos de El Economista. Obviamente, esa eventualidad podría conducir a una reducción del patrimonio o capital de las aseguradoras.

No obstante, este factor no resulta tan preocupante porque el sector asegurador cuenta con un sólido colchón financiero que duplica el mínimo exigido por ley. Precisamente, el reciente test de estrés de EIOPA proyectó una situación de deterioro económico con una caída global de los tipos libres de riesgo durante dos décadas en la Unión Europea y pérdidas significativas en los principales tipos de activos, incluyendo los bonos soberanos, y comprobó que las aseguradoras tienen un nivel de solvencia adecuado que les permitiría cumplir con las obligaciones contraídas con los clientes.

¿Cómo afecta la inflación al sector asegurador?

La mayor preocupación en el sector asegurador no viene dada por las reservas destinadas a mitigar las pérdidas anteriores sino por un aumento excesivo de los gastos en las operaciones de seguros y siniestros, lo cual acortaría los márgenes y reduciría los ingresos en el período actual.

Los efectos de la inflación en el sector asegurador se sienten fundamentalmente a través del aumento del IPC ya que este influye directamente sobre las reparaciones de vehículos, viviendas y locales en casos de siniestros o sobre la prestación de servicios médicos o de otra índole. De hecho, no es casual que el ramo de Autos esté siendo el más afectado ya que algunos materiales se han encarecido entre un 20 y 40 %, tanto por la falta de materia prima debido al desabastecimiento como por el aumento de los precios.

Obviamente, si los márgenes se estrechan demasiado, muchas aseguradoras no podrán asumir ese encarecimiento, por lo que deben repercutirlo sobre sus clientes. Eso significa que tendrán que revisar las sumas aseguradas y aumentar las primas referenciadas al IPC.

Las aseguradoras tendrán que revisar los modelos de costos actuariales existentes, desde los costes de reparación y reemplazo hasta aquellos relacionados con las lesiones, para incluir adecuadamente los factores inflacionarios y las consecuencias que tendrán unos tiempos de respuesta más largos en las reparaciones y la atención médica.

También deben tener en cuenta que la inflación y los retrasos en la cadena de suministro pueden provocar un aumento de las reclamaciones por parte de clientes insatisfechos, así como costos más elevados debido, por ejemplo, a un uso más prolongado del coche de sustitución mientras se repara el vehículo del cliente. En ese escenario, las tecnologías inteligentes pueden convertirse en un salvavidas para las aseguradoras.

La tecnología como fuente de oportunidades para mitigar los efectos de la inflación

La tecnología de análisis de datos no solo puede mitigar los efectos de la inflación sino incluso generar nuevas oportunidades para el sector asegurador. Puede ayudar a las aseguradoras a comprender mejor el riesgo total que se transfiere del asegurado para implementar modelos de precios actualizados que reflejen con precisión ese riesgo y brindar coberturas que se ajusten mejor a los tiempos que corren y proporcionen valor a los clientes.

Las herramientas de análisis predictivo, por ejemplo, proporcionan información valiosa sobre las tendencias relacionadas con la frecuencia, gravedad y costo de las reclamaciones para lidiar mejor con los riesgos relacionados con la volatilidad de costos.

Por otra parte, los seguros personalizados basados en el uso permiten ajustar las primas a los diferentes segmentos de clientes. Así las aseguradoras podrían seguir lanzando ofertas interesantes altamente personalizadas que contrarresten la previsible caída de la demanda que provoca la inflación por la pérdida de poder adquisitivo de los clientes.

En general, el uso de las tecnologías inteligentes para refinar las estrategias de reserva de capital y fijación de precios permitirá al sector asegurador implementar un modelo de negocio más dinámico y resiliente. No cabe duda de que los efectos de la inflación se harán sentir, pero las aseguradoras que sepan aprovechar las potencialidades de la tecnología y los datos podrán evitar pérdidas significativas, disminuir la rotación de clientes y encontrar nuevas oportunidades para generar ingresos, por lo que terminarán ganando una ventaja competitiva.