Los problemas de salud mental en España tras la pandemia disparan la contratación de seguros de salud con cobertura de asistencia psicológica gratuita.
La salud mental está ganando protagonismo
La salud mental se está colocando en el centro del debate público. Cada vez más personas son conscientes de su importancia para alcanzar ese estado de bienestar que les permita disfrutar de la vida. Sin embargo, la pandemia ha representado un duro golpe para gran parte de España, disparando todo tipo de trastornos mentales, fundamentalmente en niños, adolescentes y jóvenes. Por esa razón, al contratar un seguro de salud las personas se están informando más sobre la cobertura de asistencia psicológica gratuita.
Salud mental en España, una asignatura pendiente
España es el segundo país con más casos de trastornos mentales y el tercero donde esos problemas se arrastran durante más tiempo sin recurrir al tratamiento adecuado, según reveló el Headway 2023 – Mental Health Index. Por consiguiente, no es extraño que también sea líder mundial en el consumo de benzodiazepinas, unos medicamentos que se usan para tratar la ansiedad y el insomnio.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes indicó que en España se consumen casi 110 dosis diarias de benzodiazepinas por cada 1.000 habitantes. Esa cifra dista bastante del segundo consumidor a nivel mundial, Bélgica, donde se utilizan 84 dosis al día y se sitúa a una distancia enorme de Alemania, país donde apenas se consumen 0,04 dosis diarias por cada mil personas.
No se trata de un problema reciente sino de larga data. La última Encuesta Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad realizada en 2017 había revelado que 1 de cada 10 personas ya consumen tranquilizantes, somníferos o relajantes. No obstante, el impacto de la pandemia ha agravado estos problemas, aumentando a su vez la dependencia de los psicofármacos, sobre todo debido a las dificultades para acceder a los servicios de salud mental.
Por desgracia, España se sitúa muy por debajo de la media europea en términos de recursos destinados al cuidado de la salud mental. Solo hay 10,9 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, menos de la mitad de los que tienen Grecia o Finlandia, según datos de Eurostat. La falta de especialistas en salud mental en la sanidad pública está empujando a muchas personas a buscar el apoyo del sector asegurador para afrontar los costes de la asistencia psicológica privada.
Aumenta la demanda de la cobertura de asistencia psicológica
Las contrataciones de seguros de salud han crecido un 13% a lo largo de 2022, en comparación con el mismo periodo del año anterior y un 26 % desde 2019, según INESE. De hecho, el número de personas que deciden contratar un seguro de salud para recibir asistencia psicológica gratuita ha aumentado.
Durante estos últimos meses también se ha apreciado un interés creciente de las familias en los seguros de salud para niños y adolescentes que incluyan los servicios de Psicología Infantil pues así pueden permitirse un tratamiento que suele ser largo y costoso. Basta pensar que el precio de una consulta psicológica privada puede llegar a ser hasta un 60 % más alto que la prima mensual que se paga por un seguro de salud sin copago para niños.
La Asociación Española de Pediatría ya había alertado de que la pandemia disparó hasta el 47 % los trastornos de salud mental en los niños y adolescentes. Señaló que los casos de ansiedad, depresión y TDAH se han multiplicado por tres o cuatro desde 2019, los comportamientos suicidas han aumentado hasta un 59 % y los trastornos de la conducta alimentaria se han incrementado un 50 %.
La asistencia psicológica en el seguro de salud
En la actualidad la asistencia psicológica forma parte de casi todos los seguros de salud. Esta cobertura no solo incluye las sesiones de terapia con el psicólogo sino también el servicio de psiquiatría. De hecho, la mayoría de los seguros de salud exigen que el asegurado se someta a una evaluación psiquiátrica antes de acceder a la consulta del psicólogo para determinar cuál es el enfoque terapéutico más conveniente.
Cada aseguradora determina sus condiciones y niveles de protección, pero generalmente esta cobertura funciona con copago, por lo que el asegurado debe abonar una parte de los honorarios del psicólogo por cada sesión en el centro, gabinete o clínica concertado de la aseguradora.
No obstante, existe la posibilidad de contratar un seguro de salud que prevea la opción de reembolso para que el asegurado pueda elegir el psicólogo con el que se sienta más cómodo y no tenga que ceñirse a las opciones que le brinda la aseguradora. También puede contratar un seguro de salud sin copago, en cuyo caso el asegurado podrá aprovechar la asistencia psicológica gratuita que ofrece la póliza.
Esta cobertura suele estar sometida a algunos límites y exclusiones. Al contratar un seguro de salud, el asegurado suele tener derecho a una media de 15 o 20 sesiones psicológicas al año, que pueden duplicarse en el caso de los trastornos alimentarios. Generalmente ese número de sesiones es suficiente para aplicar una psicoterapia breve o terapia focal que resuelva los problemas psicológicos menos graves. La psicoterapia de grupo o de pareja suele estar excluida.
En resumen, como es probable que la demanda de asistencia psicológica siga creciendo en todos los grupos de edad, es fundamental que las aseguradoras presten más atención a esta cobertura y refuercen sus servicios, al tiempo que optimizan la ponderación de riesgos.