El sector asegurador en España en la era de la economía colaborativa

La economía colaborativa plantea nuevos retos al sector asegurador en España. ¿Cómo se aplica este modelo de negocio al mercado de seguros?

La economía colaborativa como fuente de oportunidades y desafíos

La economía colaborativa ha dejado de ser un concepto abstracto para integrarse en la vida de muchas personas. Las redes sociales y la preocupación por el impacto de los hábitos de consumo en el medio ambiente han impulsado este modelo de negocio, que se ha difundido fundamentalmente a través de Internet para llegar hasta el sector asegurador en España. Dicho modelo acarrea nuevos retos para las entidades aseguradoras, pero también es una oportunidad para innovar y dar respuesta a las necesidades de un nuevo perfil de clientes.

¿Qué es exactamente la economía colaborativa?

La economía colaborativa es un movimiento que implica nuevas prácticas económicas en las que existe algún grado de participación u organización colectiva para proporcionar los bienes y servicios necesarios. Demanda el desarrollo de nuevos modelos empresariales y de consumo en los que las nuevas tecnologías suelen desempeñar un papel protagónico para facilitar el acceso a esos productos o servicios de manera más eficiente y participativa.

De hecho, las plataformas peer-to-peer (P2P) y business-to-peer (B2P) han sido decisivas para la difusión de la economía colaborativa, cuyo modelo ya se ha consolidado en sectores como el inmobiliario y de la movilidad pero que también se va extendiendo a la financiación y el mercado de seguros.

¿Cómo se aplica la economía colaborativa al mercado de seguros?

La aplicación de la economía colaborativa en el sector asegurador tiene como objetivo disminuir los costes del seguro formando grupos de personas con un perfil de riesgo similar que desean contratar la misma póliza.

Esos clientes acuerdan compartir la prima del seguro y organizan un fondo común que responde cuando un miembro del grupo da una parte. Generalmente este fondo cubre las reclamaciones pequeñas, mientras que la compañía de seguros responde a las reclamaciones más elevadas que superan la cobertura del grupo.

Si al final del año queda un saldo, se puede repartir entre los miembros del grupo o utilizar el año siguiente para pagar las primas, lo cual implica un ahorro. Se supone que con esta fórmula cada persona tiene un mayor sentido de la responsabilidad ya que a todos les interesa que no se produzcan accidentes. Por consiguiente, la economía colaborativa debería reducir los siniestros, el número de reclamaciones y los intentos de fraudes a la aseguradoras.

Ese es el modelo básico de seguro colaborativo, pero también se han desarrollado otras modalidades. Por ejemplo, en algunos casos se forman grupos de asegurados que mantienen sus respectivas pólizas individuales y solo comparten la franquicia. Si se produce una reclamación, el asegurado lo notifica al grupo y a la plataforma intermediaria que se encarga de recolectar el dinero entre los integrantes a cambio de una pequeña comisión. Si no se producen reclamaciones al seguro, el servicio que presta dicha plataforma es gratuito.

Los retos de la economía colaborativa para el sector asegurador en España

En la actualidad, aproximadamente 680 millones de personas en el mundo comparten productos o servicios en un entorno de economía colaborativa y el 57 % de ellas cuentan con un seguro, según reveló un informe de Deloitte. Esas cifras indican que este modelo de negocio tiene un enorme potencial, sobre todo entre las nuevas generaciones, que son más reacias a la propiedad tradicional.

Desde el punto de vista meramente técnico no existen grandes dificultades para comercializar este tipo de pólizas puesto que las aseguradoras llevan décadas asegurando a colectivos, flotas de vehículos o inmuebles en alquiler. Sin embargo, hay que tener en cuenta que podría producirse un incremento del riesgo, en cuyo caso herramientas como Big Data e IoT podrían ser esenciales para calcular un riesgo razonable que permita establecer primas asumibles.

Otro reto de la economía colaborativa para el sector asegurador es el cambio en las relaciones entre el agente de seguros y el asegurado. El modelo tradicional implica la venta directa del mediador al cliente, pero en la economía colaborativa algunas plataformas tecnológicas, muchas veces ajenas a la propia aseguradora, sirven de puente. Eso implica que es más difícil conocer al cliente y el uso que le da al objeto asegurado, así como establecer una relación más personal. Por tanto, los mediadores de seguros tendrán que encontrar otras vías y estrategias para conectar con los grupos asegurados.

Otro desafío importante que plantea la economía colaborativa en la venta de seguros de vida por Internet o cualquier otro tipo de póliza es el cumplimiento normativo. Las empresas tecnológicas que operan como intermediarias deben tener claras sus responsabilidades legales, las cuales variarán según su nivel de participación en la transacción y el grado de exposición que estén dispuestas a asumir ante los siniestros.

Las principales ventajas de la economía colaborativa en el mercado de seguros

La economía colaborativa aporta grandes ventajas a los clientes de seguros. En la mayoría de los casos les permiten acceder a unos precios más ajustados que pueden representar un ahorro interesante respecto a las pólizas tradicionales.

El proceso de contratación en grupo que se fomenta en la economía colaborativa también suele ser percibido como más transparente, en comparación con las clásicas mutuas, sobre todo para las nuevas generaciones que se informan y toman sus decisiones de compra en Internet en base a las opiniones y experiencias de otros usuarios.

Por supuesto, la economía colaborativa también puede beneficiar a las aseguradoras ya que les permite captar a un nuevo perfil de consumidores más concientizados con un consumo responsable. De hecho, este modelo puede favorecer la sostenibilidad económica de las propias aseguradoras ayudándolas a optimizar sus recursos, tanto en el proceso de contratación como en la atención al cliente y la tramitación de los partes.

En resumen, a pesar de los desafíos que supone la economía colaborativa, las experiencias positivas de los consumidores y los beneficios que proporciona harán que siga creciendo y diversificándose. Las aseguradoras tienen una oportunidad para innovar y seguir promoviendo hábitos de consumo más participativos mientras mejoran las experiencias de sus clientes.