ERM o la gestión de riesgos empresariales o corporativos es un proceso de gestión empresarial, que incluye la planificación, organización y control de las actividades que se desarrollan en el seno de una empresa con la única finalidad de reducir los efectos derivados de los riesgos tanto en el capital como en las ganancias de la empresa.
Se denomina ERM por las siglas en inglés de las palabras “Enterprise Risk Management. La finalidad de esta herramienta no es más que garantizar la seguridad de la empresa mediante la gestión de los riesgos que la misma pudiera asumir.
Para conseguir minimizar el riesgo y los efectos procedentes del mismo, es necesario llevar a cabo una serie de estrategias que nos permitan alcanzar dichos objetivos. Dichas estrategias son los denominados ERM que, además de proteger a la empresa del efecto del riesgo, consigue crear oportunidades para lograr la mejora del rendimiento de la empresa.
A día de hoy, la gestión de riesgos lo que pretenden es conseguir un aumento de la probabilidad de que la empresa en cuestión consiga alcanzar sus objetivos.
La importancia del ERM para la gestión de riesgos corporativos
El ERM o la gestión de riesgos empresariales puede contribuir a la consecución de los objetivos, cualesquiera que estos sean.
Cuando se cuenta con un proceso de ERM, se establecen estrategias y métodos determinados para la consecución de dichos objetivos, aumentando las posibilidades de conseguirlos. Es decir, en definitiva, gracias a la implementación del ERM, se tomarán mejores decisiones que en caso de no contar con dicha herramienta.
Si bien, toda empresa asume una serie de riesgos y, para conseguir minimizar los efectos de los mismos, así como el aumento de las probabilidades de lograr los objetivos propuestos y del rendimiento empresarial, será necesario contar con un ERM que sea flexible, ágil y que se base en una serie de datos relativos a la entidad en cuestión. Es imprescindible que el ERM sea flexible y ágil como consecuencia de los cambios que se puedan dar en la normativa, en el mercado y, incluso, en los modelos de negocios. Asimismo, deberá basarse en datos para poder llevar a cabo una adaptación eficiente.
¿Qué es el ERM?
El ERM es el acrónimo de Enterprise Risk Management y es el conjunto de herramientas que recoge diferentes variables importante a la hora de analizar la gestión de riesgos empresariales.
La creación de un programa de ERM
Como ya hemos mencionado anteriormente, ERM no es más que un proceso a través del cual se pretende identificar y evaluar los riesgos que asume la empresa para llevar a cabo la gestión de los mismos.
Se necesita la incorporación de esta herramienta en cualquier tipo de empresa como consecuencia de los cambios que se han ido produciendo en la realidad social, necesitando a día de hoy un enfoque integrado de la empresa para poder llevar a cabo una adecuada gestión del riesgo que la misma asume, incorporando sistemas o métodos encargados de evaluar y analizar dichos riesgos, manteniendo en todo momento informada a la dirección de la empresa al respecto.
La gestión del riesgo con este tipo de herramientas se lleva a cabo en función de un criterio en el que se tiene en cuenta a la empresa como conjunto, permitiendo con ella un mayor control y un aumento de la seguridad en lo que respecta a la consecución de los objetivos.
Para que dicha herramienta sea eficaz, es importante saber cómo crearla de forma efectiva. Para ello habrá que seguir una serie de pasos:
- En primer lugar, se deberá analizar el riesgo a que se enfrenta la empresa en cuestión, evaluándolo desde todas las perspectivas de la empresa. Para ello existen diversas técnicas consiguiendo priorizar aquellos riesgos que estén más presentes en la empresa, así como la probabilidad de que cada uno de ellos se produzca. La identificación del riesgo supone una forma efectiva a la hora de determinar los objetivos empresariales, además sirve para conocer cuáles son las debilidades y las fortalezas de la empresa, la eliminación de técnicas de gestión del riesgo que no sean útiles para la consecución de los objetivos marcados por la empresa…
- En segundo lugar, habrá que determinar la gestión del riesgo identificado. Para conseguir una buena gestión del mismo será necesario siempre conocer previamente los planes y estrategias, así como los objetivos de la empresa, para poder conocer la capacidad de gestión con la que se cuenta. Es importante que la empresa cuente con políticas de riesgos, control del mismo mediante informes y supervisándolo, así como implantando procesos.
- En tercer lugar, una vez identificado los riesgos y después de haber analizado las posibilidades de gestión de los mismos, será imprescindible establecer los riesgos con mayor probabilidad de que se produzcan y con mayores efectos sobre la empresa. Una vez considerados cuáles serán dichos riesgos, se realizará un control sobre los mismos elaborando un programa que los gestione de forma adecuada habiéndose comprobado su eficacia previamente y poder evaluar el programa, el cual, se no ser eficaz, deberá revestir los cambios que se consideren oportunos.
- En cuarto lugar, será necesario incluir en el programa otros riesgos que, aun no siendo tan importantes o no tan probables como los anteriores, también puedan producir grandes efectos sobre la empresa. Para ello será necesario incluir controles internos y de la alta dirección, la supervisión del programa, incluyendo gestores de riesgos junto con procesos que permitan comprobar la eficacia de dicho programa.
- En quinto y último lugar, se ejecutará el programa creado. Si bien, deberá supervisarse en todo momento, emitiendo información a la dirección de la empresa para comprobar su capacidad y la adecuación de los mismos a los objetivos marcados, permitiendo con ello llevar un control de la gestión del riesgo.
La introducción de una herramienta ERM en cualquier empresa deberá cumplir una serie de características. En primer lugar, deberá ser sencilla, permitiendo que sea usada por cualquier interesado. Además, deberá estar debidamente integrada con el resto de las herramientas de la organización empresarial. La participación en dicha herramienta deberá ser global, es decir, deberán poder participar todas las partes del ámbito organizativo de una empresa. Y, por último, la implantación de esta herramienta deberá incluir estándares y mejoras prácticas en el seno de la empresa.
La implantación de esta herramienta, siempre que cuente con las características comentadas y habiendo seguido el proceso descrito para su creación, supondrá un mayor control y mayor seguridad para la empresa, independientemente del sector en el que se mueva.