La contratación de seguros de impago de alquiler está creciendo. ¿Cuál es el perfil del cliente actual y qué oportunidades tienen las corredurías?
El enorme potencial de los seguros de alquiler
La contratación de seguros de impago de alquiler ha crecido a raíz de la morosidad que ha dejado a su paso la pandemia. De hecho, este ramo tiene un gran potencial de crecimiento que las corredurías pueden aprovechar deslocalizando sus servicios de las grandes ciudades y captando a nuevos clientes que valoren los beneficios de los seguros de alquiler, más allá de las garantías de pago en caso de morosidad.
La morosidad en los arrendamientos urbanos en España
El Estudio del Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos reveló que los impagos en el alquiler aumentaron un 66,19 % en 2020, unas cifras que se encuentran muy por encima de las registradas entre 2009 y 2012, durante la crisis financiera.
La cantidad media que deben los inquilinos a los propietarios alcanzó los 6 373 euros, aunque en comunidades autónomas como Madrid, Baleares, País Vasco y Cataluña ese monto superó el promedio español. Las provincias que sufrieron una mayor variación de la morosidad fueron Málaga, Barcelona, Muria y Sevilla, siendo Barcelona aquella con el mayor importe medio de morosidad: 10 487 euros.
Ese repunte de la morosidad se debe en gran medida a las consecuencias de la pandemia, pero los expertos advierten que la subida de la inflación por la guerra en Ucrania puede mantener ese escenario de inestabilidad económica, impulsando la contratación de seguros de alquiler de vivienda.
Aumenta la contratación de seguros de impago de alquiler
Desde el Observatorio Español del Seguro de Alquiler han constatado que el número de nuevos seguros de alquiler ha aumentado entre un 10 y un 20% interanual en las aseguradoras más longevas y se ha duplicado en las corredurías más jóvenes.
El interés de los propietarios por el seguro de alquiler de viviendas no se debe únicamente a la incertidumbre económica, sino que también está impulsado por la prohibición de solicitar más de dos mensualidades como garantía de pago a los inquilinos. Como resultado, entre el 30 y 40 % de los nuevos contratos de alquiler ya traen aparejado un seguro de impago.
Los beneficios del seguro de alquiler de viviendas
Las ventajas que aporta un seguro de impago de alquiler es otro aliciente para su contratación ya que, como media, solo representa un 4 % sobre la renta anual, pero cubre las 12 mensualidades y los trámites legales, incluyendo además una evaluación de la solvencia del inquilino.
En este sentido, uno de los aspectos más interesantes del seguro de alquiler de viviendas es que las entidades aseguradoras y corredurías pueden filtrar la idoneidad de los inquilinos en función de sus condiciones económicas a través de un sistema de scoring muy preciso.
Por ejemplo, en 2020 la siniestralidad para los alquileres no asegurados fue del 15 % con picos de hasta el 20 % en los meses más críticos. En cambio, el alquiler con seguro de impago alcanzó un pico del 9,5 % y cerró el año con apenas un 7,2 %, lo cual indica que reduce a la mitad el riesgo de morosidad.
Esa diferencia sustancial en la siniestralidad del alquiler con y sin seguro es una de las principales razones que lleva a los propietarios a exigir la inclusión de pólizas de impago en sus contratos de arrendamiento. Otro detalle importante es que el proceso de evaluación suele ser rápido y no demanda mucho papeleo adicional, por lo que en apenas 24 horas se puede tener una respuesta.
Por ende, el seguro de impago de alquiler no solo es una garantía de pago de la renta en caso de morosidad, sino que reduce notablemente la posibilidad de tener esa incidencia gracias a los filtros de solvencia que aplican las aseguradoras y corredurías.
¿Cómo es el cliente del seguro de alquiler de vivienda?
Los corredores de seguros de impago del alquiler pueden convertirse en aliados estratégicos de los propietarios, tanto de los grandes tenedores como de los más pequeños. De hecho, existen dos perfiles bien diferenciados en este ramo.
Por una parte, se encuentran los propietarios con menos de 10 inmuebles en alquiler que tienen un perfil más profesionalizado y cierta experiencia en la gestión. Son personas con cultura financiera y poco tiempo a su disposición. Por otra parte, se hallan las sociedades con carteras importantes de viviendas en alquiler, una figura que está reforzando su presencia en el mercado español.
En ambos casos, los mediadores de seguros pueden aportar un valor añadido contribuyendo a reducir la siniestralidad, mejorar la gestión del parque de viviendas y optimizar su rentabilidad. Las corredurías también pueden captar nuevos clientes deslocalizando sus servicios de comercialización para ir más allá de las grandes capitales de provincias y llegar a ciudades más pequeñas donde también son necesarios los seguros de impago de alquiler.
La clave consiste en que los clientes comprendan este tipo de pólizas como una inversión, en vez de considerarlas un gasto. En ese caso, las corredurías tienen la posibilidad de posicionarse y ganar cuota de mercado gracias a su capacidad para ofrecer los mejores precios y coberturas, el proceso de selección de inquilinos y la salvaguarda ante la contratación de falsos seguros denominados de “protección del alquiler” que en realidad entrañan un riesgo elevado.