7 obligaciones del corredor de seguros

Del deber de información a la defensa de los intereses de los asegurados: las principales obligaciones del corredor de seguros ante sus clientes.

Aumenta la confianza en los corredores de seguros

En España, el 70 % de los clientes de seguros elige agentes o corredores porque desean recibir un asesoramiento más personalizado y profundo a la hora de contratar una póliza, lo cual supone 6 puntos más que la media europea, según reveló el Informe Mundial de Seguros. La creciente profesionalización del sector y las obligaciones normativas son dos factores decisivos que están contribuyendo a reforzar la confianza del consumidor en el sector de la mediación de seguros.

Las principales obligaciones del corredor de seguros ante sus clientes

1. Estar inscrito legalmente

Por ley, los corredores deben tener capacidad legal para desarrollar las actividades de comercialización de seguros, lo cual significa que deben estar inscritos en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones antes de iniciar su actividad.

Las corredurías también deben estar inscritas en el Registro Mercantil. No obstante, la inscripción en dicho registro es potestativa cuando se trata de personas jurídicas que ejercen como corredores de seguros.

Obviamente, el corredor de seguros también tiene la obligación de darse de alta en el Censo de Actividades Económicas y solicitar a la Administración el número de identificación fiscal (NIF) antes de comenzar su actividad de asesoramiento y comercialización de seguros.

2. Tener formación profesional

Además de mantenerse actualizado para abordar las tendencias del sector a través de una guía de corredor de seguros, la formación es un requisito indispensable para desarrollar la actividad de mediación de seguros. Para poder ejercer, el mediador debe haber superado un curso de formación homologado por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.

El Real Decreto 287/2021 sobre la formación de los distribuidores de seguros indica que los corredores se enmarcan en el nivel 1, de manera que se les exige un curso de formación con un número mínimo de trescientas horas lectivas, el cual garantiza que tienen los conocimientos y competencias necesarias para desarrollar su labor de orientación y asesoramiento.

Entre las obligaciones de los corredores de seguros también se encuentra la formación continua. Dado que el sector asegurador y las normativas que lo regulan cambian continuamente, los corredores deben demostrar una formación mínima de 25 horas lectivas al año.

3. Facilitar sus datos profesionales

El corredor de seguros, debido a su vinculación con el sistema financiero, está sometido a unas reglas estrictas sobre el deber de información a los clientes. Por esa razón, antes de suscribir cualquier contrato, tiene la obligación de brindar a sus clientes su información profesional, tanto su identidad y dirección como su número de inscripción registral y los medios para poder comprobar dicha inscripción.

Además, este profesional debe dejar claro en todo momento su condición de mediador y explicar a los clientes los procedimientos previstos para presentar una queja o poner en marcha una reclamación, así como el proceso de resolución extrajudicial establecido. Así brindará más garantías al consumidor.

4. Proporcionar información veraz y completa al cliente

Los corredores de seguros tienen la obligación de brindar a sus clientes información veraz y suficiente que les ayude a tomar la decisión más conveniente, de manera que puedan elegir el producto que mejor satisfaga sus necesidades y se ajuste a su perfil.

La Ley de Distribución de Seguros, por ejemplo, establece que tanto en la venta vinculada como la venta combinada de seguros, el corredor debe informar al cliente sobre el tipo de venta, la parte del coste total que corresponde a cada uno de los productos o servicios y explicarle las diferencias entre la oferta conjunta y de los productos por separado, entre otros detalles. Se trata, en definitiva, de aportar toda la información necesaria para que los clientes puedan tomar una decisión informada y sean conscientes del alcance y las limitaciones del producto que van a contratar.

5. Proteger los datos de los clientes

La protección de datos se ha convertido en una prioridad, sobre todo en el sector asegurador ya que recopila información personal y sensible de los clientes. Por ese motivo, otra de las obligaciones del corredor de seguros consiste en tomar todas las medidas necesarias para evitar que terceros utilicen los datos personales de sus clientes de forma no autorizada.

El corredor de seguros debe inscribir los ficheros ante el Registro de la Agencia Española de Protección de Datos, elaborar contratos de confidencialidad y acceso a datos con los terceros con los que trabajé y redactar las cláusulas sobre el consentimiento del titular de los datos en las que especifique, entre otros detalles, el uso que hará de los mismos y el tiempo durante el cual los conservará.

6. Atender y resolver las quejas y reclamaciones

Los mecanismos de protección al cliente que se aplican en el sector asegurador son en gran medida los mismos que se utilizan en el sistema financiero. Por consiguiente, tanto las aseguradoras como los agentes exclusivos y los corredores de seguros tienen la obligación de atender y resolver las quejas y reclamaciones que los clientes puedan presentar para defender sus derechos o intereses.

De hecho, los corredores de seguros, ya sean personas físicas o jurídicas, deben contar con un departamento o servicio de atención al cliente propio para atender y resolver las quejas y reclamaciones. No obstante, también tienen la posibilidad de externalizar este servicio o encomendar la atención y resolución de las quejas y reclamaciones que reciban a un Defensor del Cliente previamente designado.

7. Defender los derechos del cliente

Otra de las obligaciones del corredor de seguros es velar por los derechos de sus clientes. Entre sus funciones se encuentra garantizar la validez, eficacia y plenitud de los efectos de la póliza que han firmado sus clientes. No solo deben comunicar cualquier tipo de cambio que se produzca en el contrato de seguro sino además asistir y asesorar a los asegurados, así como actuar en su nombre si se produce un siniestro.

El corredor de seguros también tiene la misión de agilizar la tramitación del siniestro recopilando y gestionando la información y documentación necesarias. Además, debe negociar con ambas partes, aseguradoras y asegurados, con el objetivo de encontrar las mejores condiciones y cerciorarse de que no se vulneran los derechos de sus clientes.