Los asesores y corredores de seguros desarrollan una labor esencial en la industria, porque no solo ayudan a los clientes a elegir la póliza más conveniente y facilitan el proceso contractual. También se encargan de la apertura y gestión de los expedientes de siniestro. Al mismo tiempo, agilizan el trabajo de las aseguradoras, ya que recopilan y comprueban toda la información necesaria para declarar los siniestros.
Te explicamos los 3 aspectos que deben comprobar los asesores y corredores de seguros antes de declarar un siniestro para agilizar la tramitación del expediente.
¿Cómo los corredores de seguros deben declarar un siniestro?
Los agentes y corredores de seguros no están sujetos a las mismas obligaciones. Los agentes vinculados a las aseguradoras no están obligados a prestar un servicio de asesoramiento continuado ni asistencia directa en el momento del siniestro.
En cambio, el corredor de seguro está sometido al deber de asesoramiento, que se prolonga durante toda la vida del contrato y se manifiesta con particular fuerza cuando se produce un siniestro, siendo este uno de los puntos cruciales en su labor de asesoría.
El corredor de seguros debe dar asistencia al asegurado, informarle sobre el procedimiento a seguir, ayudarle con los trámites pertinentes y, en caso de llegar a un procedimiento judicial, colaborar con los representantes legales de su cliente. Su labor es esencial a la hora de declarar un siniestro y abrir el expediente correspondiente, por lo que debe seguir una serie de pasos que garanticen la veracidad de la información y la pertinencia de la reclamación al seguro.
1. Analizar la causa del siniestro y cotejarla con las coberturas de la póliza
Para ello deben seguir una serie de acciones:
- El corredor de seguros es el encargado de declarar el siniestro a la entidad aseguradora, por lo que debe recopilar toda la información necesaria para poder determinar qué ha ocurrido, discernir responsabilidades y evaluar sucintamente el alcance de los daños.
- Los mediadores de seguros deben analizar la causa del siniestro. No tienen que realizar un estudio exhaustivo, pero deben registrar los datos facilitados por el cliente y realizar una descripción lo más amplia y pormenorizada posible de los hechos para facilitar la apertura del expediente de siniestro.
- Es conveniente que recopilen información complementaria sobre el siniestro, como las circunstancias en las que se produjo o los testigos y las personas implicadas en el mismo.
- También deben solicitar documentos justificativos, como fotografías del lugar de los hechos o los daños, así como los comprobantes de los bienes afectados que permitan realizar una evaluación aproximada de los daños. Si faltan datos, el mediador de seguros también es el responsable de solicitarlos al asegurado para completar o corregir el expediente de siniestro con rapidez.
- El corredor de seguros también debe comprobar que la actividad realizada en el momento del siniestro se corresponde con aquella declarada en la póliza, constando que se ajusta a las coberturas contratadas, un detalle particularmente importante en los seguros de responsabilidad civil profesional.
2. Comprobar que la póliza está al corriente de pago y que el siniestro se produjo dentro del periodo de temporalidad
Uno de los problemas que más litigiosidad provoca en el sector asegurador, especialmente en los seguros de responsabilidad civil, se deriva de las cláusulas de delimitación temporal de cobertura. En estas pólizas se suele incluir una cláusula que delimita temporalmente el ámbito de cobertura al periodo de vigencia de las mismas o hasta un año después de terminar dicho periodo. Asimismo, algunos seguros de salud suelen incluir periodos de carencia que afectan la prestación de algunas de las garantías de la póliza.
Antes de declarar el siniestro y abrir un expediente, los corredores de seguros deben comprobar la vigencia de la póliza y la delimitación temporal de sus coberturas para cerciorarse de que el asegurado tiene derecho a reclamar, ya que se encuentra, efectivamente, cubierto. También debe asegurarse de que la póliza esté al corriente de pago, puesto que el impago del recibo dejaría sin efecto las coberturas.
3. Examinar el cumplimiento de las actualizaciones
Toda póliza de seguro es un contrato uberrimae fidei, por lo que exige la buena fe de ambas partes, tanto en la fase precontractual como durante su ejecución. Por consiguiente, es tan importante que el asegurado realice una adecuada declaración del riesgo como que comunique una ulterior agravación del mismo.
- Por esa razón, antes de abrir un expediente de siniestro, los asesores y corredores de seguros deben comprobar que el asegurado ha cumplido los requisitos básicos previstos en la póliza, como la declaración de existencias y los valores de facturación dentro de los plazos previstos en los casos de seguros para empresas.
- En los seguros privados, se debe comprobar la exactitud de los datos referidos en la póliza para asegurarse de que se ha declarado cualquier circunstancia considerada una agravación del riesgo. De hecho, si se descubre que el asegurado ha actuado de mala fe, la aseguradora queda liberada de su obligación. En caso de que no exista mala fe, se aplicará la regla proporcional a la indemnización.
En resumen, los corredores de seguros deben asistir en la apertura del expediente de siniestro, cumpliendo los plazos establecidos y comprobando la veracidad de los datos recopilados. También deben ayudar a sus clientes a comprender el alcance real de las coberturas y la indemnización a la que tienen derecho, protegiendo sus intereses a lo largo del proceso de tramitación del expediente hasta que se solucione adecuadamente.