La formación del corredor de seguros, clave para evitar reclamaciones

La formación para corredores y corredurías de seguros permite brindar un servicio de calidad que contrarreste la creciente cultura de la reclamación.

La formación para corredores y corredurías de seguros como escudo ante las reclamaciones

El sector de la mediación de seguros está inmerso en un cambio paradigmático provocado en gran medida por la creciente digitalización de la economía, los cambios en el perfil del cliente y unos marcos normativos que brindan mayor protección al consumidor. Esos nuevos retos y exigencias ponen de manifiesto la importancia de la formación para corredores y corredurías de seguros, convirtiéndola en un pilar esencial para brindar un servicio de calidad que reduzca las reclamaciones.

La cultura de la reclamación se contrarresta con profesionalización

En 2020, España traspuso la directiva europea de 2016 sobre distribución de seguros a través del Real Decreto-ley sobre la contratación pública de seguros privados. Esta normativa, que se aplica a todos los distribuidores de seguros, independientemente de la figura elegida, tiene un carácter más proteccionista respecto al consumidor de seguros, determinando la calidad del servicio que debe recibir y dejando claros los mecanismos de resolución de conflictos.

La instauración de procedimientos de reclamación más rápidos y vinculantes se conjuga con un nuevo perfil del consumidor, mucho más exigente e informado que conoce mejor sus obligaciones, responsabilidades y derechos, para dar lugar a una creciente cultura de la reclamación que solo se puede contrarrestar apostando por una mayor profesionalización y un servicio de calidad en el que la formación de los corredores de seguros desempeña un papel protagónico.

De hecho, la Memoria del Servicio de Reclamaciones de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones señaló que en 2020 se iniciaron un total de 5 866 expedientes de reclamaciones al seguro, lo cual supuso una disminución del 8,03 % respecto al año anterior. Si solo se consideran los expedientes sobre los que se pronunció el Servicio de Reclamaciones, aproximadamente el 51 % se resolvieron a favor de la entidad.

En este sentido, FACUA ya había señalado que el sector asegurador es uno de los que menos reclamaciones recibe, lo cual no solo es un indicador del nivel de satisfacción de los clientes con este tipo de productos y servicios, sino que también revela el nivel de formación de los mediadores de seguros, un factor que actúa como agente disuasorio ante las reclamaciones.

La formación del corredor de seguros es una necesidad insoslayable

La actividad de la mediación de seguros en España está muy regulada, no solo desde el punto de vista técnico y profesional, sino también en lo que concierne a la formación de corredores y corredurías de seguros. En la actualidad se aplican tres normas jurídicas sobre la distribución de seguros, la formación y remisión de la información y el proceso de contratación.

Dichas leyes no solo determinan los cursos para corredores de seguros que les habilitan para el ejercicio de la profesión, sino que también señalan la obligación de una formación continua que les permita mantenerse al tanto de las novedades del sector. No cabe duda de que en un entorno en continua transformación en el que cada día se presentan exigencias de diversa índole y se estrechan los márgenes de error, los corredores necesitan conocer al dedillo todos los entresijos legales para trabajar con más seguridad y minimizar el riesgo de reclamaciones.

Por esa razón, las corredurías no solo deben ocuparse de generar recursos suficientes para invertir en estrategias de expansión comercial y digitalización, sino que también deben garantizar la formación de sus mediadores. En una actividad que se enfoca fundamentalmente en la orientación y la asesoría, la formación es un pilar esencial. Sin la formación adecuada el mediador no puede proporcionar un asesoramiento de calidad. Y sin este, no puede ofrecer un valor añadido al cliente que le satisfaga y evite las reclamaciones.

En ese contexto, los colegios de mediadores de seguros y las asociaciones profesionales desempeñan un rol cada vez más importante ya que son los principales encargados de ofrecer charlas, conferencias y cursos para corredores de seguros que les permiten ampliar y actualizar sus conocimientos.

Una formación más integral con la vista puesta en el emprendimiento

La formación del corredor de seguros actual no puede limitarse a los aspectos técnico-aseguradores y comerciales, sino que debe ir un paso más allá para incluir técnicas de análisis y gestión de riesgos que le permitan ofrecer al consumidor un servicio de calidad que evite o limite en la medida de lo posible el número de reclamaciones que se generan en el ejercicio de su actividad.

Dado que en los últimos años las sociedades se han convertido en la fórmula preferida para emprender en el sector de la mediación, en la actualidad el número de corredores de seguros que actúan como personas jurídicas duplica la figura del corredor unipersonal, lo cual significa que esos mediadores también son emprendedores que necesitan contar con una formación financiera y empresarial. Deben adquirir las competencias y conocimientos directivos, gerenciales y de administración propios de los emprendedores.

Por consiguiente, una formación integral del corredor de seguro no solo le permitirá brindar un asesoramiento de óptima calidad para generar satisfacción en el cliente y evitar las reclamaciones, sino que también le proporcionará las herramientas para emprender con éxito en el sector de la mediación.