Los seguros para mayores, desafío de las aseguradoras

El envejecimiento creciente de la población está dando peso a la silver economy. ¿Qué cambios en las prestaciones deben incluir los seguros para mayores?

El mercado sénior gana protagonismo

Los cambios demográficos que se están produciendo en España están impulsando un fenómeno que ya se conoce como silver economy. Según la ONU, para 2050 la población de más de 50 años representará el 53 %, una nueva realidad demográfica a la que es necesario prestar atención pues, aunque presenta nuevos desafíos para las aseguradoras, que tendrán que repensar su línea de seguros para mayores, también es un segmento de mercado muy atractivo gracias a su poder adquisitivo.

El impacto de la silver economy en España

La población más longeva ya tiene un impacto considerable en la economía española, tanto de manera directa como indirecta. En 2019, generó 325 303 millones de euros de valor añadido, lo que equivale al 26 % del PIB, según el Centro Internacional sobre el Envejecimiento.

Los mayores de 50 años, que suman alrededor de 18,6 millones de personas, gastaron 334 942 millones de euros, lo que equivale al 60 % del gasto total de la población española. El mayor gasto se concentra en el rango de población de 50 a 59 años, seguido por las personas de entre 60 y 69 años.

España es un caso particularmente interesante en el panorama europeo porque no solo tiene una sociedad muy longeva, sino que también es el mayor receptor de las personas jubiladas de Europa. Eso significa que la influencia de la silver economy es aún mayor. Dicho estudio reveló que el 36 % del turismo que recibe el país está compuesto por personas de más de 50 años, cuyo gasto ya representa el 12,4 % del PIB.

Otro factor a considerar es que la población de entre 55 y 74 años gozan de una buena salud financiera. Estas personas se encuentran por encima de la media en cuanto a tenencia de acciones, fondos de inversión y otros activos puesto que han colocado parte de sus ahorros en instrumentos financieros.

Ampliar la gama de seguros para mayores

La generación del Baby Boom transformará muy pronto el sector de los servicios a las personas mayores, generando nuevas oportunidades para las empresas, en especial para el sector asegurador, que tendrá que reajustar su hoja de ruta. Esta nueva cohorte demográfica tiene nuevas exigencias y diferentes hábitos de consumo, de manera que las aseguradoras deben prepararse para ofrecer servicios que las administraciones públicas no podrán asumir, lo cual representa tanto una oportunidad como un desafío.

Atrás quedarán los tiempos en los que era imposible contratar seguros cuando se soplaban las 65 velas. De hecho, algunas aseguradoras ya están ofreciendo seguros de salud para mayores de 65 años ajustados a las necesidades de esa etapa de la vida. Por supuesto, las primas son más elevadas que en otros rangos de edad, pero estas pólizas también ofrecen servicios más amplios ya que no se limitan a las pruebas diagnósticas, sino que dan acceso a geriatras y servicios especializados en implantes y prótesis.

En el contexto de la silver economy también se está difundiendo otro seguro para mayores muy interesante: las pólizas de dependencia. En este caso suele haber un límite de edad establecido entre 70 y 75 años, pero la póliza cubre las necesidades que pueda tener el asegurado si sufre alguna limitación física o psíquica que le impida realizar las actividades básicas de su vida cotidiana.

Este tipo de seguro para mayores de 65 años es interesante porque, en vez de centrarse en el pago de un capital por la situación de dependencia, se enfoca en cubrir los servicios que la persona realmente necesita, desde el apoyo a domicilio y la atención personal hasta la teleasistencia para fomentar la independencia o el coste de la estancia en residencias, hospitales o centros de día durante cierto número de días del año.

Otra opción interesante que pueden explorar las aseguradoras son los seguros de renta vitalicia para los mayores de 65 años, los cuales garantizan una fuente de ingresos hasta el deceso. Este seguro para mayores transforma los ahorros personales por la venta de un activo, como una segunda vivienda, un fondo de inversión o acciones, en una especie de “pensión” mensual.

En esa misma línea, también pueden ganar popularidad opciones como la hipoteca inversa, sobre todo teniendo en cuenta que casi el 90 % de los españoles mayores de 65 años es propietario de una casa. Al tratarse de la forma de ahorro más común en España, las personas mayores pueden convertirla en un complemento para la pensión que les permita afrontar los nuevos gastos que implica esta etapa o simplemente para mejorar su calidad de vida.

En resumen, las aseguradoras tienen que comprender mejor lo que quieren y necesitan las personas mayores para personalizar sus productos y servicios, convirtiéndose en parte del ecosistema de proveedores de la población sénior. En la silver economy, las compañías aseguradoras no solo pueden ayudar a las personas mayores a complementar sus ingresos tras la jubilación con fórmulas innovadoras, sino que también tienen la misión de acompañarlas ofreciéndoles una asistencia personalizada y cercana a precios asequibles.